Ser un hombre de fe que sirve en misiones pobres como sacerdote, hermano, capellán, consejero, acompañante espiritual. Compartiendo con aquellos que se sienten abandonados, solos, y marginados; sirviendo a los enfermos, los ancianos, los presos y aquellos que sufren alguna adicción.
Ser miembro de una comunidad cuyos integrantes provienen de diferentes países, viven y trabajan juntos, comprometidos en la misión a ser fieles a las palabras de nuestro fundador, el Padre Thomas Judge, “haciéndolo todo por amor a Dios.”
Compartir un llamado común:
Hermanos y sacerdotes quienes viven sus votos en comunidad, sirviendo hombro a hombro a fin de llevar la Buena Nueva a aquellos que se encuentran en mayor necesidad.
Preservar la fe en lugares y entre personas que se encuentran espiritualmente olvidados y abandonados, especialmente los pobres.