Carta mensual del Padre Mike
Octubre de 2021
Estimados Cofrades,
Que la gracia y la paz del Espíritu Santo estén con nosotros siempre.
«Recuerda que como tú eres, así serán los demás. Qué legado más hermoso puedes dejar que el de un ejemplo y una vida fragante y rica en las tradiciones del Cenáculo. Esto significa que incluso después de tu muerte estarás continuando tu apostolado a través de otros a quienes tus virtudes atrajeron al servicio de Dios.» Esta afirmación tan citada del Padre Judge caracterizó el espíritu del reciente Encuentro Internacional de Desarrollo Vocacional (VDC) celebrado en Medellín, Colombia, del 19 al 21 de octubre. Todos los reunidos, Ministros de Vocación y Formación, junto con el Consejo General, dedicaron esos días, la primera reunión presencial desde febrero de 2020, a asegurar que sus esfuerzos impartan este legado en las vidas de sus acompañantes.
Como he informado, la Congregación invierte importantes recursos en nuestros esfuerzos de vocación y formación. Once hombres están asignados a estos ministerios, la mayoría a tiempo completo, operando en seis lugares con presupuestos que suman alrededor de un millón de dólares anuales. Actualmente tenemos más de 35 hombres en formación en varios niveles, procedentes de 10 países diferentes. Mientras que la promoción de las vocaciones en Estados Unidos sigue siendo un reto, Haití, Colombia y Centroamérica son muy prometedores. Los esfuerzos en todos los países a los que servimos son robustos y los ministros de vocaciones, a pesar de los desafíos de la pandemia, trabajan con diligencia y creatividad.
Dada la diversidad de nuestros candidatos, uno de los temas principales de la reciente reunión se centró en los retos y las oportunidades de nuestra diversidad. Vemos esta realidad como un enorme regalo, de hecho, un regalo sagrado, que nos convoca a ser diligentes en el aprendizaje de las habilidades necesarias para nutrir este regalo. Con este fin, la Hna. Tere Maya, CCVI estuvo con nosotros a través de dos videos que preparó para nuestra reunión. La Hna. Tere nos recordó que con la Trinidad en el centro de lo que somos, la relación es un componente clave de nuestra espiritualidad. Qué mejor manera, en este Año del Centenario, de celebrar esto que centrar nuestras energías en el desarrollo de relaciones que aseguren la equidad y la inclusión para todos. Tere nos desafió a ver esto como un nuevo momento, un momento alimentado por la pandemia mundial, el cambio climático, el movimiento Black Lives Matter y el llamamiento mundial a la justicia racial en Estados Unidos y América Latina. No podemos hacer las cosas como en el pasado, sino que nos comprometemos a avanzar en la fe con una nueva conciencia.
El segundo desafío que tenemos ante nosotros es la inmigración y cómo las políticas nacionales y las leyes de la inmigración más estrictas nos afectan a nosotros y a nuestros esfuerzos de vocación y formación. Ya he informado de cómo esta realidad ha dificultado la asignación de confrades. Las leyes restrictivas de inmigración en Costa Rica, en parte debido a la pandemia y a cuestiones políticas internas, han bloqueado la entrada de nuestros candidatos, tanto de Haití como de Colombia, al Pre-Noviciado. Nos asesoramos al respecto y el VDC recomendó que se desarrollara un programa propedéutico en la casa de formación de Medellín como solución a corto plazo mientras estudiamos la situación en Costa Rica en el futuro. El Consejo está discerniendo esta recomendación y espera tomar una decisión en un futuro próximo.
Al concluir, los reunidos se comprometieron a avanzar, en este nuevo siglo, con mentes y corazones abiertos con el único llamado y deseo de trabajar con los impulsos del Espíritu Santo que Dios ha puesto en los corazones y mentes de los jóvenes que desean unirse a nosotros. Continuaremos asistiendo, acompañando, guiando y ayudando a cada hombre a crecer para el honor y la gloria del Dios Trino. Los reunidos piden sus oraciones, su apoyo y su cooperación en este esfuerzo congregacional de ministerio vocacional y de formación.
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En la Santísima Trinidad,
Michael K. Barth, S.T.
Custodio general